El efecto AMLO en las elección 2018 de la CdMx Rafael Cienfuegos Calderón PATERNALISMO.- En 16 de los 20 años que lleva gobernando la Ciudad de México el PRD logró conformar una fiel y bien organizada clientela política –como no la hay en ningún estado del país-, a través de los programas de asistencia social que de manera indiscriminada han otorgado apoyos económicos en efectivo. Esta política paternalista que le permitió mantenerse prácticamente sin oposición ni riesgo, mostró, no obstante, debilidad en 2005 cuando en su estreno electoral Morena se hizo de cinco delegaciones y 22 diputados locales. Por ello, es posible que los beneficios político-electorales del PRD mermen en 2018 cuando se elija Jefe de Gobierno, a los primeros alcaldes e integrantes de la Cámara de Diputados de la CdMx, ante la figura del mesías López Obrador y su partido Morena. Si bien el primer gobernante que surgió de un partido diferente al PRI fue Cuauhtémoc Cárdenas en 1997, el segundo, Andrés Manuel López Obrador en el 2000, es quien inaugura los programas sociales para transferir recursos públicos a núcleos de la población considerada vulnerable, y eso, miles de beneficiarios y sus familias no lo olvidan. En 2001, el primero, Pensión Universal para Adultos Mayores que entrego de manera indiscriminada 580 pesos mensuales tanto a quienes lo necesitaban como a los que no, fue todo un éxito y sigue vigente. Después le siguieron el de apoyo a madres solteras, becas a estudiantes de secundaria, preparatoria y universidad, y el seguro de desempleo que, inclusive, han sido imitados por gobernantes de otros partidos políticos. En las administraciones siguientes se implementaron otros de menor impacto, hasta que Miguel Ángel Mancera implementó El médico en tu casa, pero lo hecho por AMLO sigue presente en la percepción de la ciudadanía. Por eso, por el “efecto” López Obrador hay la posibilidad real de que el PRD pierda la jefatura de gobierno de la ciudad ante Morena, independientemente de quiénes sean los candidatos -Alejandra Barrales o Dolores Padierna (PRD), Martí Batres, Claudia Sheinbaum o Ricardo Monreal (Morena)-. Es decir, la figura de López Obrador, que contenderá por la Presidencia de la República, estará presente también en la de Jefe de Gobierno por su mesianismo y populismo. Está claro que el crecimiento de Morrena obedece al éxodo de perredistas y votantes fieles, y en 2018 el resultado de la elección mostrará que tan consolidada está la clientela política que en 20 años de gobierno logró conformar el PRD. DINERO.- Los partidos políticos recibirán en 2018 financiamiento público por 6 mil 788 millones de pesos para gastos ordinarios y las campañas políticas de los aspirantes a la Presidencia de la República, diputados federales, senadores, gobernadores, presidentes municipales y diputados locales, que de ser aprobado por la Cámara de Diputados sería el mayor asignado para un proceso electoral. El argumento es que si se garantiza el dinero para la contienda, se puede evitar el financiamiento de procedencia ilícita. De ese monto 4.2 mil millones serán para el sostenimiento de actividades ordinarias a los nueve partidos, 2.1 mil millones de pesos para las campañas y 42.9 millones para los candidatos independientes. DESBARAJUSTE.- Margarita Flores de la Vega y Cassio Luiselli Fernández, colaboradores del Programa Universitario de Estudios del Desarrollo, indicaron que en el país la respuesta al tema de la carencia alimentaria ha sido el establecimiento de políticas públicas asistenciales, en lugar de impulsar las económicas y de fomento productivo. Para Cassio Luiselli las políticas sociales no deberían ir en contra de las de fomento. Si no hay convergencia entre ambas, seguirá el desbarajuste que hay: niveles de pobreza que no bajan, un país que gasta sin ver resultados y una baja inversión. Contrario a lo que pudiera pensarse, en el mundo existe suficiente producción de alimentos para satisfacer la demanda global; el problema radica en los mecanismos de distribución y acceso a ellos, SUSTENTABILIDAD.- El secretario de Desarrollo Económico de la Ciudad de México Salomón Chertorivski dio a conocer que en breve se presentará la segunda parte de un documento que incluye diversas perspectivas urbanísticas y arquitectónicas de académicos e ingenieros del Instituto Politécnico Nacional y la Universidad Nacional Autónoma de México, con el propósito de incorporar acciones de sustentabilidad e innovación que permitan aprovechar los terrenos que actualmente ocupa el Aeropuerto Internacional. A su vez, el director del Politécnico, Enrique Fernández expuso que hay concordancia con el jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, para instalar un centro de innovación nacional en los terrenos y en el que pudieran participar instituciones de educación superior.
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El Metro avanza a marchas forzadas Rafael Cienfuegos Calderón TRANSPORTE.- A sus 48 años de vida el Metro es el mejor medio de transporte masivo de la Ciudad de México a pesar de que de los 30 mil millones de pesos que requiere para estar al 100%, en 2017 únicamente recibió un presupuesto de 16 mil 473, menos, inclusive, de los 20 mil millones que como mínimo son necesario para su mantenimiento completo y mejorar la seguridad, eficiencia y calidad. Actualmente moviliza en 287 trenes programados al día a alrededor de 5.5 millones de usuarios –un millón más de la capacidad con que cuentan sus 12 líneas-. A partir de 1969, año en que se inauguró, el número de pasajeros creció constantemente y en 1989 registró el primer máximo histórico anual con mil 542 millones, y fue hasta 2011que se registró el último máximo histórico con mil 592 millones; desde entonces no ha dejado de crecer 3% cada año, lo que explica por qué siempre hay saturación general, pero particularmente, en las estaciones de las líneas 1, 2, 3, B y 12 que concentran el mayor número de personas y viajes en las llamadas horas pico –de 6 a 10 horas y de 18 a las 22 horas- en Pantitlán, San Lázaro, Chapultepec, Observatorio, Indios Verdes, Hidalgo, Zapata y Taxqueña. Y a pesar de lo anterior, los tiempos de espera van de dos a seis minutos en promedio. En recientes declaraciones el director del Sistema de Transporte Colectivo, Juan Gabiño dijo que la red del Metro de la Ciudad de México es pequeña comparada con la cantidad de usuarios que transporta dado que el diseño de la infraestructura de sus 12 líneas es para atender a 4.5 millones y actualmente se movilizan 5.5 millones. A su decir, la sobresaturación obedece a que después de 20 años de no construirse más Metro se hizo la línea 12, empero la creciente demanda requiere de más, sea subterraneo, superficial o elevado, con mayor interconexión de líneas, conexión con la zona metropolitana y estaciones largas de tres o cuatro kilómetros. Pero mientras no se invierta y se sigan limitando los presupuestos, las aspiraciones del Metro serán algunas ampliaciones como en las líneas 9 y 12, y la saturación de usuarios significará un foco de alerta para la seguridad, porque el uso de este transporte barato y rápido crece, mientras la infraestructura es la misma. Se dice que su operatividad está garantizada, pero que habrá problemas para el mantenimiento de trenes e instalaciones. En el Metro CdMx entran más personas por metro cuadrado que en todo el mundo (6), lo que le da el segundo lugar en densidad de usuarios; el de Nueva Delhi es primero. CRECIMIENTO.- Según el informe semanal del vocero de la Secretaría de Hacienda el Producto Interno Bruto registró en el segundo trimestre del año un aumento –el décimo sexto consecutivo- de 0.6% como resultado del avance en la generación de empleos formales que al 30 de junio alcanzó la cifra record de 19 millones 13 mil afiliados en el IMSS, que representa un incremento en el primer semestre de 2017 de 517 mil. Además, contribuye el mayor acceso del sector privado al crédito de la banca comercial, que registró un incremento de 7.1%, así como el flujo de dinero que enviaron los mexicanos residentes en el extranjero, que al mes de junio llegó a 13 millones 946 mil dólares, que es el mayor flujo de remesas recibidas en los primeros seis meses del año. INSEGURIDAD.- Empresarios de la Ciudad de México y el Estado de México reclaman de los respectivos gobiernos garantías para seguir trabajando ya que la inseguridad es un problema delicado y creciente. Arturo Beteta del Rio precisó que en ambos territorios del país se genera el 20% del Producto Interno Bruto nacional, pero que la inseguridad limita el tiempo de vigencia de las empresas. El presidente de la COPARMEX Ciudad de México, Jesús Padilla Zenteno, hizo un llamado a los legisladores y al jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, para que se comprometan a crear una mejora regulatoria que facilite y posibilite la creación de nuevas empresas. Reclamó una nueva política pública que permita a los emprendedores normas claras y simplificadas de los trámites que tienen que hacer para surgir, crecer, fortalecerse y sobre todo para subsistir. INNOVACIÓN.- En el Instituto Politécnico Nacional un grupo de jóvenes estudiantes del Centro de Estudios Científicos y Tecnológicos “Luis Enrique Erro”, desarrollaron una empresa de productos alimenticios saludables denominada Legumyt, que será sometida a la Norma ISO 22-2005, que es la que corresponde a la gestión de alimentos en México. En los productos se aprovechan las propiedades nutricionales de las lentejas y destacan por su cantidad de vitaminas del grupo B que intervienen en la formación de glóbulos rojos, células y hormonas que ayudan a prevenir la anemia y fortalecen los sistemas nervioso e inmunológico, además de estabilizar los niveles de azúcar en la sangre, para elaborar un sustituto de carne, tipo hamburguesa, que lleva por nombre Legusteak. Más negro que la noche Rafael Cienfuegos Calderón Abrí los ojos y todo estaba obscuro. Mi primera reacción fue de sorpresa ante la ausencia total de luz. Según mi reloj biológico ya era de día o si acaso empezaba a amanecer, cuando menos habría una tenue claridad. Pero al contrario, lo que imperaba era obscuridad. Que digo obscuridad, todo estaba negro. El ambiente se encontraba cargado de una negrura espesa que impedía ver nada. ¿Qué pasa? Lo que sea me inquieta, me estremece y produce escalofrío desde la cabeza hasta la punta de los pies. Moví la cabeza de un lado a otro y con los ojos echados hasta el límite de los parpados, busqué, detrás de mí cabeza, el ventanal de la habitación, pero no lo vi no obstante que ocupa casi todo el muro. No había un solo asomo de luz. Anhelaba con desesperación ver los rayos del sol, sus colores en tonos amarillos y naranjas de las mañanas frías, pero brillantes, de los días de inverno, que traspasan los vidrios e iluminar el lugar. Pero todo era negrura. Era una obscuridad que nunca había percibido. A lo mucho, una más espesa que otra, en alguna noche o madrugada de los meses de lluvia, cuando se interrumpe la luz eléctrica, pero nunca una tan fuliginosa como esta, que impide toda visibilidad. Me empecé a sentir inquieto y nervioso, y el cuerpo me pareció tenerlo tenso. No sabía qué pensar en busca de una respuesta a la extraña situación en que me encontraba. En mi desesperación comencé a elucubrar. ¿Será que aún estoy dormido y sueño que desperté? ¿O que quizá en mi memoria está presente una de esas ocasiones en que estando en una sala antigua de cine, grande y de techos muy altos, cuando niño, desaparecían de la pantalla las imágenes de los cortos y durante el tiempo que tardaban en cambiar el carrete del proyector y colocar el correspondiente a la película, era imposible ver nada? ¿O alguna de las ocasiones en que alguien me tapó los ojos con la palma de las manos, aplicando fuerte presión, y se tardaba en decir, adivina quién soy? Lo más lógico es que sea lo primero. Sí. Un sueño de pesadilla. Y es que, aun cuando uno tiene los ojos cerrados, la obscuridad no llega a ser tan densa. Y de eso se llega uno a dar cuente, colocando la palma de la mano encima, lo que hace que la obscuridad sea mayor. Pero en estos momentos la negrura es tal que pareciera que estoy en una cueva, en un lugar sellado, sin fisuras que permitan cualquier filtración luminosa. Mi inquietud aumenta. Empiezo a sentir como me recorre un escalofrío el cuerpo. Primero calores y luego fríos repentinos, seguidos de un estremecimiento que hacen temblar mis manos. ¿Qué me está pasando? Ahora todo mi cuerpo vibra y mis dientes chocan los de abajo con los de arriba de manera frenética. Asustado, impulsivamente llevo ambas manos a la boca para taparla y presionar para mantener cerrada la mandíbula. A la vez, los latidos acelerados del corazón retumbaban en las sienes y me horroriza pensar que en cualquier momento la cabeza pueda estallarme. La situación es aterradora. Mi mente se precipita, al borde de la esquizofrenia, a una fantasmagórica irrealidad. La desesperación me extenúa y siento sofocación. Inesperadamente aparecen vértigos, como si estuviera dando vueltas en un obscuro túnel y cayera en un profundo pozo. Voy a desfallecer o quizá hasta vaya a morir. Emití un quejido seguido de un grito aterrador, que no escuche. Un gemido ahogo mi voz cuando intenté hablar para pedir ayuda y que alguien acudiera en mi auxilio y me rescatara de la siniestra situación en que me encuentro. Al silencio imperante, nada lo perturbó. No. No. No. No puede estar pasando. Necesito calmarme y controlar mis ánimos. Ya sé, me concentraré en algo que me aplaque. En el mar, el bosque, las mariposas, el ocaso. Evocaré la canción más amorosa que haya escuchado o la imagen de la chava que me flechó por primera vez. Rezaré o diré una oración, pero no sé. Pues lo que sea, pero algo tengo que hacer para librarme de la desesperación que me invade porque, la desesperación, recuerdo que leí que dice la sicología, no es posible controlarla como sí ocurre con el miedo. En eso estaba cuando me percaté de que la temblorina había pasado, que ya no sentía ni frio ni calor y mis manos ya no era necesario que embozaran mi boca. Ya está. Eso es todo. ¿Y, ahora, qué? Ya sé. Voy a hacer una retrospectiva de lo que hice en las horas previas a que me durmiera. Si es posible, de lo ocurrido desde la mañana de ayer en que me desperté y me levanté de la cama para iniciar mis actividades. Antes de dormirme me metí a la cama, acomodé las almohadas y doble la sábana, prendí el radio, pasé al baño a orinar y defecar, y lavarme los dientes y la cara, tomé leche caliente con chocolate y comí un pan de dulce, vi la televisión, fui a tomar unas cervezas y a leer, lavé los trastos, platos y utensilios, preparé lo que comí, trabajé en la computadora, medio hice la limpieza y lavé el patio, guise y almorcé, dejé la cama, aprecié el día soleado que se mostraba en el ventanal de mi recamara iluminada, abrí los ojos. Las horas anteriores transcurrieron de manera normal sin incidentes o preocupaciones. Inclusive me sentía relajado y de buen ánimo. Creo que los ojos se me cerraron a los 35 o 40 minutos después de que me acosté a eso de las 12 horas con 10 minutos, arrullado por la melodiosa I’m sorry, que sonaba en el radio. Y de ahí, hasta el momento en que abrí los ojos y me topé con esta negrura tan densa como nunca antes había percibido. ¿Y si hago el intento de dormir? ¿Podría ser que esté soñando despierto? ¿Qué tal que al despertar todo vuelve a la normalidad? Contemplaría los resplandecientes colores amarillos y anaranjados del sol que ilumina el día y con su calor combate al aire fresco de la época invernal, hasta hacer agradable y disfrutable el clima. Saldría de esta situación en la que insoportablemente me encuentro. En tanto, giro la cabeza a la derecha, a la izquierda, la dejó fija de frente y no logro ver nada, todo sigue igual. Sé que en la pared de la izquierda está colgado el cuadro del paisaje de campo, que frente a la cama están las puertas del closet y a su lado la de la recámara, que pegado a la otra pared, la de la derecha, está el tocador y que, a su costado pende de un clavo una pintura futurista que muestra el paisaje de la tierra devastada y en el espacio, la luna y más arriba, el poderoso astro sol, y que del techo cuelga la pantalla del foco en forma de globo. Estas son las imágenes que tengo grabadas en mi mente, pero mis ojos no ven nada. Nadita de nada. Me estremezco. Siento frio y calor otra vez. Presiento que estoy al borde de la desesperación y eso me aterra. Siento que nuevamente seré presa de temblores y que mi situación será peor porque estoy imposibilitado para hacer algo y evitarla. Ni siquiera estoy seguro de tener los ojos abiertos a causa de la negra obscuridad, y aunque no lo he intentado, no sé si el cuerpo responda al impulso de incorporarme, sentarme, bajar los pies y ponerme de pie. Mi voz la escucho en mi interior, pero los gritos que lanzo son sordos. Cómo saber si me encuentro despierto o si aún estoy dormido, si se trata de un sueño y que éste se transformó en pesadilla. ¿Soñando? ¡Claro! Si ya me ha ocurrido que al dormir sueño que me duermo y a la vez sueño que hago tal o cual cosa, que me pasa tal o cual cosa, que quiero correr y no puedo o lo hago en cámara lenta, que quiero golpear y los brazos no responden, que quiero hablar, llamar a alguien y no me sale la voz, pero nunca, que entre despierto y dormido y soñando, me encuentro en una completa obscuridad en la que la vida está ausente. Mi problema es no saber si mi situación se debe a un sueño dentro de otro sueño y cómo y en qué momento se va a acabar o a romper éste, sino de qué manera puedo salir de él. Pero, ¿de los sueños se sale o se deja de estar en ellos a voluntad? Porque uno no dice, hoy quiero soñar con florecitas o que estoy en la playa o que tengo un ligue con Sofía Vergara o que mi vida es un ensueño o que quiero presenciar un concierto de los Beatles o que estoy bien dotado y tengo sexo con una y con otra o que me veo volar como el superratón de las caricaturas de la infancia. Eso no es posible. Los sueños llegan y ya. Ellos nos escogen y colocan en una u otra situaciones. Juegan a su antojo con la mente, como con la mía, que hoy es su víctima y está indefensa. Se presentan otra vez los escalofríos y las sacudidas. A lo largo de la columna vertebral siento subir y bajar ese calor y frío combinados como un torrente que cala en la espalda, y me predispongo a padecer todos y cada uno de los síntomas anteriores. La desesperación es a lo que más temo. No sé si podré enfrentarla nuevamente porque me siento abatido mentalmente y me amedrenta pensar que al no lograrlo se arrojen en tropel el miedo, el sacudimiento del cuerpo, el tiritar de dientes, las punzadas en las sienes, los vaguidos y que, finalmente, me hagan perecer. Eso, si es que no estoy muerto ya en el sueño o fuera de él. Y ese pensamiento recurrente me aproxima como un rayo al desfallecimiento. Me incita al abandono de mente, cuerpo y alma, y me desesperanza en cuanto a que lo que estoy experimentando sea una mala jugada en un mal sueño, si es que es un sueño o de una pesadilla, si es que lo es. Ya sé. Voy a tratar de no pensar más en nada. Pondré la mente en blanco. ¿En blanco? Pero cómo, si soy de los que afirman que eso es imposible, aunque quienes practican yoga digan lo contrario. Mejor, voy a contar borreguitos hasta que el cansancio me venza y provoque tal modorra que me haga dormir profunda y placenteramente, y desvanezca la negra obscuridad de pesadilla en que me encuentro. El caso es que tengo la urgente necesidad de tener paz interior para confrontar la desesperación y el miedo que me acechan, estar sereno para no entrar en pánico y, finalmente, ver la luz que en estos momentos me es negada. Pero el problema es que no logro encontrar la tranquilidad deseada. No sé qué hacer. La negra obscuridad nubla mi mente. Me siento rendido y a punto del desfallecimiento. Cierro los ojos o creo hacerlo, pues a ciencia cierta no sé si los tengo abiertos. Me dejo envolver, me entrego a ese manto de obscuridad. Siento sopor, como que voy a decaer, como que floto y me dejo ir. Como que estoy en un estado de inconciencia. Como que no se de mí. Quisiera no tener que luchar contra la obscuridad. Quisiera no pensar ni creer ya nada. Quisiera no tener miedo. Quisiera no temer por mi vida. Quisiera no… Quisiera… Quisie… La herencia de Eruviel Rafael Cienfuegos Calderón ¿CAMBIO?- Alfredo del Mazo Maza recibirá en herencia de Eruviel Ávila, gobernador que concluye su gestión el 15 de septiembre, una deuda pública que al 2016 ascendió a 41 mil 697.9 millones de pesos, una población con bajo nivel de bienestar -ocho millones 269 mil personas en situación de pobreza, cuatro millones más con carencias sociales y un millón 554 mil con ingresos insuficientes-, una entidad con alto grado de inseguridad -homicidios dolosos, robo de autos, a casas habitación, negocios y transporte público con violencia-, y el señalamiento ciudadano de que hay altos niveles de corrupción en las instancias encargadas de impartir justicia y en la policía. Del Mazo es el virtual ganador de la elección del pasado 4 de junio, empero el Instituto Electoral del Estado de México tiene como fecha límite el 16 de agosto para entregarle la constancia de mayoría que lo acredite como gobernador electo, luego de que se resuelvan las impugnaciones de los partidos y que el Instituto Nacional Electoral entregue el informe de gastos de campaña. El panorama para del Mazo parece no ser el mejor porque aunque fue electo por sólo dos millones 048 mil 325 votos de una un total de 11 millones 313 mil 282 electores registrados, por ley está obligado a gobernar en favor de los 16 millones 186 mil 608 habitantes cuya mayoría padece pobreza y bajos niveles de bienestar, a pesar de que el Estado de México tiene el presupuesto más grande del país, cerca de 271 mil millones de pesos. Por lo que hace a la deuda pública -al asumir la gubernatura Eruviel Ávila era de 28 mil 271.4 millones de pesos-, el PRD estatal sostiene que esta creció más de dos mil millones en 2015, año en que hubo elecciones para presidentes en los 125 municipios y diputados locales. Coincidencia o no, hay la sospecha de que ese recurso que está marcado como deuda haya sido utilizado para fondear a los candidatos del PRI y asegurarles el triunfo, ya que en los ejercicios fiscales 2011, 2012, 2013 y 2014 la deuda se mantuvo relativamente estable en 32 mil millones de pesos. El periódico Reforma publicó que la Auditoría Superior de la Federación encontró que el Gobierno de Eruviel Ávila no pudo comprobar mil 943 millones de los10 mil 529 millones de pesos recibidos en 2015 de fondos y programas federales. ¿Qué hará al respecto el nuevo gobernador? REPORTE.- Entre enero y julio de 2016 en el país se denunciaron 881 mil 171 presuntos delitos y de acuerdo al Registros del Sistema Nacional de Seguridad Pública, 110 mil 40 se cometieron en el Estado de México, mil 204 corresponden a homicidios dolosos, 159 a secuestros y 420 a denuncias por extorsión. En cuanto a robo de vehículo con y sin violencia, en la primera modalidad se levantaron 12 mil 96 denuncias y en la segunda 14 mil 49. La encuesta de victimización y percepción sobre la inseguridad pública 2015 del INEGI revela que 58% de la población se siente insegura, 90.6% manifiesta vivir en un clima de inseguridad -la media nacional se ubica en 73%- y 69% de los delitos se cometieron con armas. Apenas siete de cada cien delitos son denunciados y la Secretaría de Gobernación emitió la Alerta por Violencia de Género en 11 de los 125 municipios a causa de los feminicidios. URGENCIA.- México firmó y asumió en el ámbito internacional el compromiso de frenar los efectos del cambio climático, pero en la práctica ha hecho muy poco para cumplirlo. Resulta que la Ciudad de México y 18 de los 31 estados no cuentan con programas para mitigar los problemas ambientales. Por ello, Elvia Lidia Valles Olvera (PAN), de la Comisión de Cambio Climático de la Cámara de Diputados, urgió a establecer medidas para que los gobiernos estatales, municipales y de las demarcaciones territoriales participen, aunque no existe disposición legal que los obligue a incluir en su presupuesto de egresos, una partida para cumplir con la Ley General de Cambio Climático publicada en el Diario Oficial de la Federación el 6 de junio de 2012. PROTECCIÓN.- Hoy, a 23 años de que México firmó el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá, es más productivo sembrar droga que maíz, porque el campo y los 25 millones de personas que dependen de él, y los dos millones 759 mil productores -70% de las unidades agroindustriales- están abandonadas y las bonanzas del mercado exterior no se traducen en mejor distribución de la riqueza. Se decía que el TLC haría de México una potencia, pero después de tantos años esa meta no se ha alcanzado. No hay subsidios, ni paquetes tecnológicos, ni financiamientos de la Banca de Desarrollo, ni apoyos a la comercialización que permitan vincularse a la cadena de valor internacional. Es vital proteger al sector en la renegociación del TLC: diputado Oswaldo Guillermo Cházaro Montalvo (PRI), presidente de la Comisión de Ganadería. |
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Rafael CienfuegosRafael Cienfuegos Calderón cursó la carrera de Periodismo y Comunicación Colectiva en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM y se inició como reportero en 1978. Se ha desempeñado como tal en el periodismo escrito, principalmente, y ha incursionado en medios electrónicos (Canal Once Tv) y en noticieros de radio como colaborador. Archives
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