Gasto millonario para elegir integrantes del Poder JudicialRafael Cienfuegos Calderón De la reforma constitucional al Poder Judicial de la Federación (PJF) se dice que dará entrada a jueces partidizados que protegerán delincuentes, que no servirá contra la corrupción y el nepotismo, que no va a mejorar la impartición de justicia en favor del “pueblo”, y que será la herencia “maldita” del gobernante actual a la próxima presidenta. ¡Especulaciones! Imposible vaticinar lo que pueda acontecer. Pero lo que sí será verídico, es que la elección por voto popular de jueces, magistrados y ministros tendrá un costo de 7 mil millones de pesos o de tres mil a tres mil 500 millones de pesos. Una cantidad inimaginable de dinero que no se tiene. Pero como la Presidenta electa debe concretar el “capricho” político de su padre político, lo habrá de sacar forzosamente de un presupuesto de egresos que para 2025 se avizora abultado contra un presupuesto de ingresos estrecho. El cálculo de 7 mil millones de pesos lo dio a conocer Claudia Sheinbaum (03-07-2024) con estimaciones del Instituto Nacional Electoral (INE) para la elección extraordinaria a realizarse tras la aprobación de la reforma al Poder Judicial. El de los tres mil o tres mil 500 millones es de Ricardo Monreal (02-07-2024), coordinador de los senadores de Morena, quien sugirió que de ser necesario, se podría destinar, por excepción a este propósito, parte de los 23 mil millones de pesos de los fideicomisos que tiene el Poder Judicial. Sea mucho o poco dinero, se tenga o no, el INE -única autoridad facultada para organizar elecciones constitucionales- inició el proceso para elegir a los impartidores de justicia pasando por alto que la reforma judicial recién aprobada carece de la respectiva ley reglamentaria. La primera elección será en junio de 2025 y la segunda ese mismo mes de 2027 con costos similares. La consejera presidenta, Guadalupe Taddei informó (23-09-2024) que el instituto está listo para garantizar que las reglas para la elección sean claras y equitativas para todos los participantes. Pero en los diálogos sobre la reforma judicial convocados por la Cámara de Diputados (01-08-2024) aclaró que el instituto tiene sólida y acreditada experiencia en elecciones de los poderes Ejecutivo y Legislativo, no del Judicial, y se imponen reglas nuevas, tomando en cuenta el respeto a “los dos grandes derechos: el político-electoral de todo ciudadano mexicano y el derecho de acceso a la justicia en igualdad de condiciones”. Consejeros del INE equiparan su organización a la de Presidente de la República, pero con la agravante de que serán miles los aspirantes y decenas los que aparecerán en las boletas.
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El futuro expresidente y su obsesionado sueñoRafael Cienfuegos Calderón
La mayoría legislativa oficial en la Cámara de Senadores le puso el moño al regalo de despedida que días antes prometieron los diputados al aun presidente que quiere pasar a la historia de México como creador de una supuesta transformación que en los hechos es destransformación. La reforma constitucional al Poder Judicial fue consumada y los congresos locales del morenismo se aprestan a aprobarla. Los partidos oficiales -Morena y parásitos del Trabajo (PT) y Verde Ecologista de México (PVEM)- más dos “judas” hicieron realidad el obsesionado sueño del próximo expresidente antes de que se vaya a La Chingada –su rancho de Palenque, Chiapas-: Cooptar al Poder Judicial, desmantelar a la actual Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) que no doblegó para conformar una que sea dócil y concentrar en la presidencia los tres poderes de la Unión: Ejecutivo, Legislativo y Judicial. El mayoriteo se hizo sentir para cumplirle al líder máximo, quien en la toma protesta como Presidente en 2018 se comprometió a respetar la división de poderes y a no intervenir en las tareas y decisiones de diputados, senadores, ministros, magistrados y jueces. Pero mintió. Por el contrario, tras cooptar al Poder Legislativo se obsesionó en controlar el Poder Judicial a través del servil expresidente de la Corte, Arturo Zaldívar y las ministras y el ministro que impuso: Yazmín Esquivel, Margarita Ríos Farjat, Loreta Ortiz, Lenya Batres y Juan Luis González, pero no pudo ante la resistencia de otros seis. Luego, tras el fracaso de querer prolongar el periodo de Zaldívar en la presidencia hasta 2024 y la renuncia de éste, intentó pero no logró imponer a Esquivel en el máximo cargo pues la votación de los ministros favoreció a Norma Piña, a la que no perdonó que no se haya puesto de pie cuando arribo al Teatro de la República, en Queretaro, a la celebración del Aniversario de la Constitución de 1917. El resentimiento y la venganza del presidente del cambio fueron la motivación para agredir con saña a la Suprema Corte de Justicia e impulsar la reforma judicial, que dista mucho de mejorar en beneficio del “pueblo” la impartición de justicia. No va a erradicar la corrupción ni el nepotismo ni los privilegios en los tribunales ni hará la justicia expedita ni cercana a los pobres porque no incluye ningún cambio con esos propósitos: no contempla más recursos ni mejor organización ni dispone mecanismos para fortalecer la defensoría de oficio. Empero el próximo expresidente y la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, insisten en que con la reforma al Poder Judicial y la nueva integración de la Suprema Corte de Justicia con ministros, magistrados y jueces electos por voto popular, habrá eficiencia, austeridad y transparencia. El 2 de junio no se votó para reformar la ConstituciónRafael Cienfuegos Calderón
Ricardo Monreal, coordinador de los diputados de Morena, falta a la verdad al afirmar (04-09-2024) que “han cumplido con los votantes que pidieron en las urnas la reforma al Poder Judicial”. Cumplimos con la Patria, con el México que reclama justicia”. El 2 de junio la ciudadanía votó por la Presidencia de la República y los 500 diputados y 128 senadores que integran el Congreso de la Unión -los cargos político-electorales más importantes que se renuevan cada seis años por mandato constitucional-. El total de votos fue de 56 millones 107 mil 873 de un padrón electoral de 92 millones 092 mil 843 mexicanos (Instituto Nacional Electoral) y como resultado Claudia Sheinbaum ganó la presidencia. Morena y los partidos parásitos del PT y PVEM obtuvieron el mayor número de sufragios pero como coalición, aunque las autoridades electorales los validaron por partido y con ello lograron mayoría calificada en la Cámara de Diputados; en la de Senadores les faltaron tres. El resultado del proceso electoral es indiscutible. La mayoría ciudadana optó por la continuidad de la inventada Cuarta Transformación. Empero lo que sí es discutible, es que con una artificial sobrerrepresentación se haya aprobado en lo general y en lo particular la reforma al Poder Judicial que permitirá a la presidenta electa tener en sus manos los Tres Poderes de la Unión: Ejecutivo, Legislativo y Judicial. El fundamento para afirmar que Monreal miente flagrante reside en que los mexicanos no votaron por ninguna reforma constitucional, pues no se trató de una consulta ciudadana en la que se preguntara si se está a favor o en contra de algo. Sufragaron para renovar los poderes Ejecutivo y Legislativo. Lo lamentable es que el actual presidente y la presidenta electa manejan la misma narrativa de Monreal. Cacaraquean que el resultado electoral es “un mandato ciudadano” para hacer los cambios constitucionales que demandan la impartición de justicia y la atención de pobres y marginados que han vivido en condiciones de desigualdad social y económica. El triunfalismo los lleva a justificar los excesos de poder que caracterizan al jefe del primer gobierno de la transformación y que replican gobernadores, diputados, senadores, dirigentes, militantes y seguidores de Morena y hasta su sucesora. Como sea, la (des)transformación continuará y, por lo pronto, jueces, magistrados y ministros del Poder Judicial serán electos, la reforma constitucional que desaparecer siete organismos autónomos avanza para ser aprobada por mayoriteo legislativo, lo mismo que l a incorporación de la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y están en puerta otras 17 iniciativas presidenciales de reforma. |
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Rafael CienfuegosRafael Cienfuegos Calderón cursó la carrera de Periodismo y Comunicación Colectiva en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM y se inició como reportero en 1978. Se ha desempeñado como tal en el periodismo escrito, principalmente, y ha incursionado en medios electrónicos (Canal Once Tv) y en noticieros de radio como colaborador. Archives
September 2024
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