ATISBOS

Sheinbaum: un trienio no sexenio de gobierno

Rafael Cienfuegos Calderón
 
En este gobierno, a decir de Claudia Sheinbaum, se ha construido prácticamente todo en cuanto a las prioridades de la Cuarta Transformación: el Tren Maya, el Transístmico y Dos Bocas –la refinería-, objetivos que va a consolidar. A partir de ahí, “nos va a tocar construir un nuevo sexenio” en el que habrá muchas cosas de continuidad y también nuevos proyectos.
 
Según ella no es calca del presidente –que la hizo candidata- como afirma la oposición. Lo negó en entrevista con Joaquín López-Dóriga (Radio Fórmula), a quien reiteró que construirá el segundo piso de la cuarta transformación.
 
Ese segundo piso, -como lo dio a conocer- se diseñará a partir de las 18 iniciativas de reformas constitucionales que a principio de este año envió el presidente del cambio al Congreso Legislativo. Son su herencia y por eso casi de inmediato (07-03-2024) como candidata oficialista declaró que las acogía como suyas y que serían parte central de su campaña.
 
En su opinión las reformas planteadas por el titular del Ejecutivo federal tienen el objetivo de “fortalecer más la democracia” y rechazó que se busque instalar un régimen autoritario.
 
Si gana, en consecuencia, la continuidad de su gobierno irá por el asedio a las autoridades electorales y el Poder Judicial, la extinción de los organismos autónomos, la incorporación de la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), en darle al sistema de salud un nivel similar al de Dinamarca, y apoderarse de la narrativa oficial de la confrontación, pues niega que el Presidente polarice desde las mañaneras.
 
Lo que pueda hacer de nuevo, con proyectos propios, será hasta después de la consulta de Revocación de Mandato de 2027, no antes. Primero tiene que cumplir con los encargos que le dejará su exjefe, sin modificarlos mínimamente, para no arriesgarse.
 
Por eso –como se expuso anteriormente en este espacio- los primeros tres años de Sheinbaum como primera presidenta de México, transcurrirán bajo la amenaza de la destitución.
 
Lo que es una lástima, puesto que es inteligente, tiene experiencia de gobierno y ha mostrado capacidad, empero como no tiene por méritos propios o presencia o arrastre político el apoyo mayoritario de los votantes, que en su mayoría son seguidores y simpatizantes del presidente más popular, está en deuda.
 
La limitante de Sheinbaum es no tener independencia.